Me vienen a preguntar
por qué gasto papeles
pariendo versos,
si quiero llegar al final del camino.
Os juro que miento
cuando miento y os juro
que sólo escribo si vivo,
que sólo vivo si sueño,
no hay más verdad en mi vida
que la que mienten mis versos.
Escribo por ver si puedo
desclavar rimas del pecho:
las simples, las puras, las malas,
las plenas de todo y de nada,
las de espina de mujer.
¡Ay! ¿Quién no ha llorado unos versos
por culpa de una mujer?
No pretendo que me dé para comer,
porque, aunque quiera, no llego.
Busco música en el verso,
persigo el canto y no llega.
Y jugando a que me duela,
pongo a prueba mis temores,
que aunque pudo herirme una mujer,
jamás podrán herirme mis canciones.
1 comentario:
Muy buena, pero ya te echaba de menos por aquí. Me ha gustado enterita. Ah y yo tengo muy buen gusto eh.
besos.
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