Me muero por matarme a desagravios
y juego a atrincherarme en el olvido
no quiero malvivir, pero malvivo
perdiendo el corazón en los notarios.
Las fotos me traicionan a diario
el tiempo me apuñala lo vivido
cosidas al dolor de lo que escribo
se escapan las verdades de mis labios.
Amigo, así va todo, que no es poco
erguida la cabeza y muerto el pecho
queriendo ser el cuerdo entre los locos.
Colgando los segundos en el techo
muriendo en cada espalda que no toco
persigo ser valiente por derecho.
lunes, 3 de enero de 2011
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