Vuelo,
maldigo las entrañas de la tierra,
asumo el desengaño de los años,
castigo mis zapatos a galeras
y parto con el alma a ras del suelo
y vuelo,
me quedan un puñado de certezas,
maletas que he llenado de viajes
mis lágrimas destilan los rencores,
sudores recorriendo el desconsuelo
y vuelo,
con las alas prestadas que da el tiempo
mi billete de ida hasta la luna
aterido del frío de las aceras
me decido a fundirme con el cielo
y vuelo,
no hay un campo más libre de maleza
que el azul infinito de tus ojos
poco importa lo mucho que me quieras
ya no guardo más luto por tu duelo
y vuelo.
jueves, 11 de marzo de 2010
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