Soy de Cilleros

Soy de sol en El Caño y de lumbre en La Pica
soy de beso en la fuente, soy de Charco San Juan
magdalenas de hogaño, pan de La Puerta Chica
soy de misa sin gente, soy de abrazo en el pub.

Soy de chato en los bares, Navelonga, Candelas
de domingos de caza, soy de la Peña Irhal
soy de caerme de bruces por la ronchaera
miércoles de ceniza y tomillo en San Juan.

Soy de ¿andi vas reina?, soy de a duro la vela
soy de tres de febrero, de escopeta en San Blas
soy de bote botero, de guantás en la escuela
soy de zibiricera, soy de cuartu y mitá.

Soy de pásalo a boli, de vaquilla en El Llano
romería en la dehesa, callejón de la muerte
de partido en el poli y de peña en verano
de pescar en la presa, santo blanco o a suerte.

Soy potaje en cuaresma, chicharero en verano
soy de callos del Pina, soy cucaña en la plaza
soy de andar a la greña con los moralejanos
soy de novias vecinas, soy de abuelas que abrazan.

Soy de las Peñas Gordas, de cartucho y canana
soy de zápiti y tute, cigarrito al mesón
soy mujeres que bordan, soy chavales con ganas
soy un bruto con alas de papel y cartón.

Como dijo el ilustre
Don Fernando Cordero:
si hay un juicio final
donde sólo se salven los buenos
bastará con que digas
“mira, dagal,
yo soy de Cilleros
ni más, ni menos”.

¡Que se jodan!

Yo que nunca los quise querer
y hoy te engañan, te roban
no les compro este mundo al revés
mire usted, por mi, que se jodan!

Que se jodan los tontos del culo jugando al gobierno
yo no pienso dejarle ni un duro a la prima de riesgo.

Que se jodan las nancys chochonas que mienten al pueblo
las lengüitas más facilonas de los ministerios.

Que se jodan los cabras, la Fabra, la Aguirre, Montoro
desconfía de los burros que ladran, se quedan con todo.

Que se jodan los trajes de Armani hablando de obreros
los que mienten con medias verdades por falta de huevos.

Que se jodan sus 'viernes dolor', sus consejos de listos
pon tu cara mirando hacia el sol y te nombro ministro.

Que se joda el cobarde ladrón que roba a las viejas
hemos puesto al lobito feroz a cuidar las ovejas.

Que se jodan los que suben el iva al sudor de tu frente
¿cómo van a sanar las heridas si no aflojas los dientes?

Que se jodan los bancos que evaden sus cuentas pendientes
hoy te pago un rescate, mañana será diferente.

Recuerdo de Cilleros en cinco sentidos

Vista

Veo la niebla prendida de la sierra

un desfile de batas y mandiles

la Teresa, el mandao, corre-ve-y-dile

y balcones en flor, calles de piedra.

Veo un niño peinado ante el espejo

dos rombos a escondidas tras la puerta

los hombres regresando de las huertas

el rostro del futuro en cada viejo.

Golondrinas volando a ras de suelo.

Vecinas santiguándose en los duelos.

Oído

Oigo pasos de mi madre en la cocina

a María, la lechera, en el rellano

dos viejas que se hablan con las manos

un “te quiero” fugaz en la cabina.

Oigo un coche que no es el de mi padre

las verbenas lejanas de La Pica

¿es con uve o con be, Doña Juanita?

un responso cobarde y miserable.

Rumor de padrenuestros en la escuela.

Granizo rebotando en las aceras.

Olfato

Huelo a leche saliéndose del cazo

el arado reciente en los olivos

el olor a tabaco (sumo y sigo)

huelo besos mojados, huelo abrazos.

Huelo a sangre cuajada en la matanza

a incienso, cera y cal de sacristía

a pólvora en San Blas, a chaquetía,

a lumbre bajo aperos de labranza.

El preludio de noche de tormenta.

El aroma a verano tras la puerta.

Gusto

Cilleros sabía a invierno y acerones

a dedo en la masa de las roscas

las dos bolas de anís en Los Acosta

a Fruco, a chocolate con bufones.

Las meriendas a plan de pan y queso

comulgar con el cielo de la boca

manzanas de San Juan (siempre son pocas)

imborrable el sabor del primer beso.

Fresa ácida, altramuz, polos de leche

Canela, regaliz, bollos de aceite.

Tacto

Toco el hule esperando el desayuno

estocada y ovación al practicante

las rodillas peladas por tres partes

la varita de olivo para el culo.

Mis manos, inexpertas, en su pelo

mil dedos recortando cartulinas

la tiza, la tensión del tirachinas

arena, los bolindres por el suelo.

El tacto de la hierba en primavera.

Mi infancia se quedó en la ronchaera.

Un lujo que algunos no se pueden permitir

Se ha ido un hombre

El dios tahúr y manos inexpertas
se ha vuelto a equivocar, amigo mío,
se lleva primaveras, deja estíos,
desgarra corazones, cierra puertas.

Y quedan las heridas tan abiertas
que Brozas sangra ausencias y vacíos
en tu nombre las gotas de rocío
han creado el mar en tus Villuercas.

Pedro Antonio y Blanco y Aldeano
y un largo suma y sigue interminable
quedaron tantas cosas que contar...

Si hay un cielo, se hará republicano
resonará tu credo inagotable
tu “Libertad, Libertad, Libertad”.

Así va todo, que no es poco

Me muero por matarme a desagravios
y juego a atrincherarme en el olvido
no quiero malvivir, pero malvivo
perdiendo el corazón en los notarios.

Las fotos me traicionan a diario
el tiempo me apuñala lo vivido
cosidas al dolor de lo que escribo
se escapan las verdades de mis labios.

Amigo, así va todo, que no es poco
erguida la cabeza y muerto el pecho
queriendo ser el cuerdo entre los locos.

Colgando los segundos en el techo
muriendo en cada espalda que no toco
persigo ser valiente por derecho.

Cada página que escribo

Cada página que escribo
se me inflama de ti,
como el dedo en la llaga.
Tengo el corazón
floreciendo en tus laderas
sediento de primavera
esa que acaricia y envuelve
la que muere en las aceras
si no encuentra donde ir.

Cada sueño que dibujo
se me empapa de ti
como el beso que mata.
Sufre mi ilusión
clavada en el madero
padre del desconsuelo,
ése que apuñala y te deja
que te arrastres por el suelo
de la calle del dolor.

Cada estrella que alcanzo
se me escapa por ti,
porque nunca te tuve.
Vuelvo a ser feliz
con cada paso en silencio
que me saca del infierno
donde la vida es la muerte,
donde la muerte es lo eterno
que te queda por vivir.

Cada paso que doy me separa de ti.

... pues eso, feliz año.

Malandanza en Moraleja

Loco por ti

A tu David...
a mi Roberto...
a todos los que se fueron.

Y se fue, sí señor,
como alma que lleva el diablo
al abrigo de dios.
Caballero y señor,
la mochila preñada de sueños
y la barba en flor
y un deseo de amor,
una vida que calma
los besos sin alma.
Un mundo sin dos,
un demonio sin dios,
donde nada se tiene,
ni nada detiene al dolor.

Y se fue, sí señor,
y aunque quise no pude seguirle
no tuve valor.
No le guardo rencor,
cómo odiar lo que tanto has querido
a pesar del dolor.
No hay nostalgia peor
que añorar lo vivido,
por eso te escribo
los versos, las cartas,
por ver si se espantan
las dudas que el tiempo
dejó sin aliento y sin voz.

Al final sólo queda el final
un sólo consuelo el derecho a olvidar,
a veces me duele el recuerdo sin más,
los besos se fueron
y nunca pudieron hacerte soñar.

Demasiado esperar no es amar,
no tiene sentido soñar por soñar,
el tiempo te quita y el tiempo te da,
el tiempo te hiere,
ya no quedan trenes a la eternidad.

A veces me faltas,
a veces me calmas,
a veces me dueles muy dentro del alma.

Loco por ti
y por tu boca que no se equivoca
de eterna locura.
Loco por ti
y por tu ausencia vestida de ángel
teñido de añil.