Admiro cada curva de tus letras,
cada verso arrancado de la entraña,
los sabores que evocas, la maraña
de recuerdos vestidos de poeta.
No te importen la rima ni el acento,
el compás o la mala ortografía,
si con uve o con be, ¡qué tontería!,
lo importante es que sale desde dentro.
Se me inflaman los aires de mi sierra,
la guitarra, el canto, los lamentos,
cada vez que apareces, flor al viento,
de una esquina vecina de mi tierra.
Dile al mundo lo que tengas que decirle,
con tu mechón de luna y tus cuartetos,
que se mueran de pena los catetos
que critican tu ardor de lengua libre.
Aunque lejos, sigo estando a tu vera
con mis años, mi canto y mi silencio,
no hace falta decirte que te aprecio,
hasta pronto, mi Flora Talavera.
jueves, 10 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario